Violencias y protesta social

Artículo del diario Público, por Jaume Asens y Gerardo Pisarello, juristas y miembros del Observatori

Quizás por su relativo éxito, la jornada de huelga del 29-S fue objecto de una feroz andanada de ataques. La ofensiva unió a la prensa conservadora, la patronal, la derecha política y a tertulianos de todo tipo. En su relato, la protesta aparece reduïcida a la griterio de una panda de paràásitos violentos, sólo capaces de perseguir sus objectivos arrasando las llibertades ajenas. El mal tuvo encarnaciones emblemáticas: los trabajadores que  dirigieron los piquetes o jóvenes como los que ocuparon el edificio abandonado de la antigua sede de Banesto, en Barcelona....